
Estación de Villa Bosch y el antiguo tranvía Lacroze
3- TRES
EL MAQUINISTA
Siempre te inquietaron los trenes.
Subiste a cuanto tren existe.
Memorizaste sus estaciones.
Querías ser maquinista de tren eléctrico cuando chico.
¿Por qué esa pasión por ellos?
Trataré de explicarte.
¿Por qué tomaste tantos trenes?
¿Qué buscabas?
Buscabas una explicación.
Vagar por rumbos inciertos (¡qué peregrino!)
Vagar buscando sabe Dios qué cosa.
Vagar tratando de dejar el pasado atrás.
Pero te digo algo: el pasado siempre está atrás, el presente está a tu lado,
el futuro será el próximo paso que des.
¿Una explicación de qué cosa? ¿Para qué?
Hace falta amar para saber lo que es el Amor,
pero ¿se puede explicar el Amor?
NO.
¿Se puede explicar acaso qué es Dios. qué es un milagro, qué es exactamente una flor?
No todo se puede explicar.
¿Y los trenes me dirás, que hay con los trenes?
¿Y la vida me dirás, que hay con la vida?
Un tren es la representación más perfecta del transcurrir humano.
Nacimiento es Estación Principal.
Muerte es Estación Terminal.
Y la vida, las intermedias.
La vida, las estaciones, cada una tiene una anécdota.
Tu primer paso, tu primera palabra, tu primer dibujo, tu primera poesía, tu primer amor.
Bajaste en cuanta estación quisiste, buscando.
Cambiaste de línea, internándote en los recorridos más peligrosos.
Volviste a subir el primer tren, y pensaste: “quiero llegar a la terminal”.
Hay gente que se ha subido en la estación temporalmente para matar el tiempo.
Otra te acompañó más tiempo.
Tus amigos suben y bajan y te acompañan.
¿Y sabes una cosa?... de tu tren sos el maquinista.
Ahora sabés que alguien subió con vos al tren.
A la terminal no vas a llegar solo.
Otro ser descarriado eligió dejar de serlo.
Tomamos el tren justo, a la hora justa
sin boleto ni abono, turista y primera.
Tomamos al fin el tren que nos lleva juntos a la terminal.
Siempre te inquietaron los trenes.
Siempre te inquietó la vida.
Enrique Morel
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